Artista y profesor universitario (de medio tiempo) a la Nación
- santiagoroldos
- 7 may 2020
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Compatriotas:
La Comisión Anticorrupción ha denunciado que nuestro sistema de salud pública, en realidad, es un procedimiento institucionalizado de corrupción. Noticia bomba.
En esta ocasión, el monto de lo robado a usted, a mí y a la Nación entera, sobrepasa los 30 millones de dólares, un tercio del recorte que amenaza con destruir universidades y facultades públicas. Y eso en apenas uno sólo de los frentes de la corrupción no subsanada.
El show más mediático que judicial contra Correa y su gobierno encubrió decenas de procesos y crímenes mucho más graves, incluyendo homicidios, etnocidio y exterminio de pueblos originarios. De la corrupción les interesó juzgar apenas las propinas, y así pasar a administrarla para sí.
El gobierno actual es continuidad del anterior. Seguimos gobernadxs por un frente de corrupción, criminales que nos exigen, irónicamente, "cumplir la ley" y "sacrificarnos por el bien común". ¿De qué demonios hablan?
Lo que hacen a la luz pública ya tendría que haberlos condenado a por lo menos salir del gobierno, en donde se mantienen con el único objetivo de acceder a información privilegiada.
Los tenedores de la deuda que fueron puntualmente pagados por este gobierno criminal en plena emergencia sanitaria, son ecuatorianos, gallinazos que revolotean y realmente dirigen nuestras carteras de Estado, incluyendo todo el frente eduacativo y social, no se diga Finanzas.
Por todo ello, no nos pueden exigir ni decir nada en "nombre de la ley" o "del sacrificio por el bien común", no sean cínicos: ustedes, señoras y señores de la autoridad, lo han vulnerado todo, ustedes violan la Constitución a diario.
El país va a reventar, y será mejor que existan universidades capaces de recoger sus pedazos y reconstruir a la Nación, lo cual impone una autocrítica radical de las prácticas de instituciones, como las universidades, gobernadas a diestra y siniestra, a izquierda y derecha, patriarcalmente, en la historia más reciente algunos de los rectores más izquierdistas han sido los más hacendados.
Pero ahora mismo lo que toca es la unidad: la estrategia de la Senescyt y del gobierno en general, de hablar caso por caso con cada universidad, debe ser rechazado, y los rectores y autoridades, incluyendo al rector de la Universidad Central, que hasta ahora ha liderado la crítica y la resistencia, deben saber que las comunidades universitarias estaremos atentas a que no flaqueen en la defensa conjunta de toda la educación universitaria pública.
Las profesoras y profesores, debemos aprender a comunicar que no estamos defendiendo sólo nuestros salarios: como académicas y artistas, no tenemos mayor deber que pensar y actuar con rigor, y en este momento es nuestra obligación, como la de todo el pueblo ecuatoriano, decirle al poder: Basta ya, exigimos justicia y seriedad.
El Estado es raquítico. Lo correcto es subir los impuestos a los más ricos, no recortes presupuestarios.
Todos debemos poner nuestro granito de arena y pagar impuestos, pero los ricos deben contribuir más que el resto, porque les sobra el dinero.
Según Jonathan Báez, si se obliga a los sectores empresariales ricos (empresas de más de USD 1 millón en ventas) a pagar un impuesto de 5 por ciento de sus utilidades, más 0,3 por ciento de los activos y 0,2 por ciento del patrimonio, se recaudarían USD 779 millones (https://coyunturauceiie.org/2020/04/11/no-impuestos-al-trabajo-si-impuestos-al-capital-contribucion-de-los-ricos-cubriria-los-usd-779-millones-para-la-crisis-autoinflingida/).